La mayor empresa europea de automóviles ha bajado un tercio su facturación en el 2024. El auge de la industria automotriz china, la lenta transición hacia las energías renovables y la guerra arancelaria desatada por Donald Trump tienen en aprietos a una de las empresas insignias de Alemania, que mira con incertidumbre su futuro en espera de la formación de un nuevo gobierno.