Articulo de el Economista 26-05-2014.
Las ventas a las plantas españolas crecieron el pasado año un 26% hasta
los 11.000 millones de euros gracias a la adjudicación de nuevos
modelos, mientras las exportaciones cambiaron de signo y cayeron.
La industria de componentes de la automoción crece gracias al coche made in Spain.
Los proveedores españoles de la automoción han encontrado en su propia
casa uno de los pilares para su recuperación, frente a la vía de escape
que han supuesto las exportaciones durante los peores años de la crisis.
El crecimiento de las ventas en nuestro país y, sobre todo, la gran
apuesta de los grandes fabricantes por producir en España -con la
adjudicación de ocho nuevos modelos tanto de automóviles como de
furgonetas y camiones- han convertido el mercado nacional en un caramelo
para la industria de componentes. Si durante los últimos años, la
industria de componentes española, con unos estándares de calidad
demostrada, encontró en el exterior un pequeño colchón frente a la
crisis, en 2013 han cambiado las tornas. El sector facturó el pasado
ejercicio 28.019,66 millones de euros, lo que supone un incremento del
2,11 por ciento. Pero mientras las exportaciones disminuyeron un 5,3 por
ciento, los suministros a la industria constructora aumentaron nada
menos que un 26,76 por ciento (ver gráfico), según los datos facilitados
por la patronal Sernauto.
La asociación que agrupa a los fabricantes de componentes y equipos
para el automóvil prevé que este año el crecimiento del sector aumente
entre un 9 y un 12 por ciento si se cumplen las estimaciones de los
fabricantes agrupados en Anfac, que estiman que la producción de
vehículos crecerá este ejercicio hasta los 2,4 millones de unidades,
236.000 más que en 2012. La evolución de este primer cuatrimestre, con
un incremento de un 12 por ciento, apuntala una previsión que los
fabricantes de automóviles esperan que llegue a los 3 millones en 2016.
La apuesta de los grandes fabricantes por producir en España está beneficiando por varias vías al sector de componentes, ya que al aumento de producción de coches para surtir al mercado mundial se une el hecho de que la adjudicación de los nuevos modelos ha supuesto un aumento en la utilización de componentes españoles para ahorrar costes logísticos, según apuntan desde Anfac. Además, el crecimiento de la producción de vehículos en España ha incrementado también la importación de piezas el pasado año, algo que también beneficia a las empresas españolas de componentes que tienen plantas fuera de España.
Otro
aspecto que refleja el crecimiento del sector de componentes es el
empleo, que el pasado año se ha incrementado en casi 6.000. La
adjudicación de nuevos modelos está haciendo que algunos de las grandes
empresas del sector vuelvan a poner el foco de su crecimiento en España.
Grupo Antolín, uno de los gigantes del sector, abrirá este verano en
Valencia un centro de producción de puertas para abastecer a Ford, que
tiene previstos nuevos productos, después de varios años en los que la
compañía burgalesa ha estado centrado en abrir fábricas por todo el
mundo, la última, la pasada semana en Estados Unidos.
También la vallisoletana Lingotes Especiales puede beneficiarse de la
adjudicación de modelos que ha hecho Renault a las factorías españolas,
que se han llevado el Plan Industrial del Grupo. La compañía que
preside Vicente Garrido Capa, que exporta el 85 por ciento de su
producción de discos, tambores de freno, volantes de motor y platos de
embrague, podría suministrar piezas para uno de los modelos que la
alianza Nissan-Renault fabricará en Palencia.
En Cataluña, Ficosa, otra de las grandes compañías, ha sufrido
durante los últimos años la crisis del sector aunque su
internacionalización le ha permitido sobrevivir. Ahora, con la llegada
de nuevas producciones a las plantas de automóviles de España, la firma
empieza a poder respirar. "Siempre es bueno que las plantas más cercanas
de nuestros clientes tengan un mayor volumen de negocio. En este
sentido, hemos conseguido nuevos proyectos de Ford, PSA y GM para
España, como por ejemplo los retrovisores del Opel Mokka en nuestra
planta de Soria", según señala un portavoz de la compañía.
De hecho, las cuentas de Ficosa en el mercado nacional están
registrando un aumento que no se producía desde hace años. "En el primer
trimestre de 2014, Ficosa está experimentando un crecimiento
exponencial en España en torno a un 30 por ciento, empujado lógicamente
por la recuperación del mercado español y del resto de mercados de
Europa que acumulan en el primer trimestre una subida del 8,1 por ciento
respecto al mismo periodo del 2013", indican las mismas fuentes.
De cualquier modo, desde la compañía recuerdan que "Ficosa es una
empresa global y, por lo tanto, los fabricantes nos eligen no tanto por
la proximidad sino por los estándares de calidad y competitividad de
nuestros productos". Ficosa exporta en torno al 95 por ciento de los
productos que fabrica en sus plantas españolas.
Con la crisis ha reestructurado sus centros de producción. "Hemos
mejorado la productividad basándonos en una mejora de nuestra eficiencia
interna y, de manera especial, a través de la concentración de plantas
en nuestras instalaciones de Viladecavalls (Barcelona)", explican. Con
este tipo de medidas, la firma ha logrado "aumentar los márgenes" e
incrementar "desde el 4 por ciento hasta el 4,5 por ciento de nuestro
volumen de negocio la inversión en I+D", concluyen.
En Aragón, está previsto que la planta de Opel España en Figueruelas
(Zaragoza) alcance este año una producción de 300.000 unidades, según
explica Ana Sánchez, secretaria del comité de empresa de Opel España.
"La tendencia es a aumentar la producción por el incremento de las
ventas y la recuperación del mercado europeo" -explica Sánchez-, que es
al que se destinan la mayoría de los vehículos que se producen en la
factoría zaragozana. Además, las previsiones son favorables con la
llegada del nuevo Opel Mokka, que saldrá de la planta este verano, así
como la nueva generación del Opel Corsa en noviembre de 2014. También se
espera repunte en las ventas del Meriva y que se aumente la producción
con la llegada del Citröen C3 Picasso que se hará en Figueruelas fruto
de la alianza entre GM y Peugeot.
Fin a los ERE.
Este
incremento de la producción y la llegada de nuevos vehículos tiene un
impacto positivo en la industria auxiliar. Según el Cluster de la
Automoción de Aragón, se prevé que se generen 500 empleos nuevos. Una
cifra que es algo más baja según las estimaciones de MCA UGT Aragón, que
estima entre 250 y 280 puestos de trabajo en función de las
adjudicaciones realizadas, según explica José Juan Arcéiz, secretario
general de MCA-UGT Aragón. No obstante, a esta cifra hay que añadir el
hecho de que los trabajadores afectados por los ERE de suspensión
dejarán de estar en esta situación por la mayor carga de tareas porque
las empresas auxiliares "van a llenar el cien por cien de las líneas de
trabajo".
El impacto en la industria auxiliar de la automoción en Aragón no
viene sólo de la mano de la planta de Opel España. Hay empresas que
también trabajan para otras marcas. Es el caso de Gestamp y de Flex N
Gate. Un impacto que inicialmente se estima en la generación de 20
puestos de trabajo.
Ampliación de factorías
En Galicia,
el sector de componentes también se ha preparado el pasado año para
seguir los pasos de PSA- Peugeot, que ha lanzado el nuevo C-4. Así, en
2013, se llevaron a cabo las ampliaciones de las factorías de Gestamp,
Denso, Plastic, Omniun, y las instalaciones de CTAG.
En la comunidad valenciana, el sector de la automoción comienza a
experimentar signos de recuperación impulsado por los nuevos modelos de
Ford.
Los modelos adjudicados en los últimos dos años son Kuga y Ford
Transit, ya en producción, y las nuevas generaciones de los tres modelos
que Ford fabricaba en Genk (Bélgica), cuya fábrica decidió cerrar. Son
Mondeo, S-Max y Galaxy.
El Mondeo empezará en septiembre de 2014, y los otros dos, en 2015. A
pesar de que la producción del C-Max y Grand C-Max se trasladó a
Alemania para dejar sitio a los nuevos modelos, ha hecho falta ampliar
la planta de montaje de Almussafes.
El presidente del Cluster de Automoción de la Comunidad Valenciana,
Emilio Orta, afirma que "el sector del automóvil ha salvado a este país
gracias la reindustrialización". "Cuando aquí se desmontó todo, el
sector del automóvil no enloqueció y aguantó la embestida, hasta que en
2012 empezaron a llegar las adjudicaciones de nuevos modelos que ahora
se están materializando", explica.
No obstante, Orta opina que no hay que dormirse, "porque las
adjudicaciones de 2012 y 2013 tienen una vida de cuatro o cinco años y
hay que empezar a ponerse las pilas para conseguir que se asignen a
España nuevos modelos a partir de 2015". En este sentido, considera que
la industria auxiliar tiene mucho que aportar "demostrando otra vez que
es más competitiva que la de otros países". Para ello, Orta reclama la
reducción de la factura energética, que supone una pérdida de
competitividad de la industria automovilística española frente a otros
países, que según sus cálculos representa "una desventaja frente a
Europa de 10 puntos".
La recuperación del sector español de automoción también se percibe
en los proveedores en Euskadi, pese a que para este sector el mercado
español sólo supone un 15 por ciento de su negocio por su fuerte
internacionalización, con 200 plantas productivas repartidas en otros
países.
Pero el hecho de que los grandes fabricantes estén apostando ahora
por sus plantas españolas ha beneficiado al sector auxiliar vasco. La
presentación la semana pasada de los nuevos modelos que Mercedes-Benz ha
empezado a fabricar en Vitoria, tras invertir 190 millones y crear 400
empleos, ha sido muy bien recibida por el sector de componentes de
automoción en el País Vasco.
Un ejemplo es Gestamp
Vizcaya, filial del grupo Gestamp Automoción, que gracias a los pedidos
que ha recibido para los nuevos modelos de Mercedes, entre 2012 y 2017,
tiene previstas inversiones de 60 millones de euros para hacer frente a
los mismos.