La inversión es un 40% más barata en la planta de la República Checa que en la de Martorell.
La recta final del proceso de adjudicación del nuevo todocamino que compartirán las marcas Seat y Skoda se ha decantado hacia la República Checa. La fábrica de Kvasiny, situada en el noreste del país, se ha convertido en la clara favorita a producir el nuevo SUV (en sus siglas en inglés) por delante de Martorell dentro del plan de 84.200 millones en inversiones para el periodo 2014-2018 aprobado ayer por el consejo de vigilancia del consorcio Volkswagen (VW).
La principal ventaja de la factoría checa es que reduciría la inversión necesaria alrededor de un 40% debido a que se podrían reutilizar más instalaciones ya existentes que en Martorell, donde sería necesario edificar nuevas naves y reforzar la sección de pintura con unos elevados costes adicionales, según indicaron fuentes próximas a la negociación en el seno del grupo Volkswagen.
(El Periódico de Catalunya).
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