En Alemania, solo el 3% de los veh铆culos son el茅ctricos, mientras que en Noruega superan el 25%. El pa铆s n贸rdico ha renunciado a ingresar m谩s de 50.000 millones de euros en impuestos para promover la electromovilidad.
¿Puede Alemania, con su actual d茅ficit presupuestario, permitirse ofrecer incentivos tan generosos? ¿Es viable aumentar los impuestos para los veh铆culos con motores de combusti贸n?