Alemania lleva dos años seguidos en recesión y 2025 cerrará muy probablemente con una nueva contracción de su economía. La industria alemana atraviesa su fase más crítica desde la posguerra. La crisis energética que sufre el país y la guerra comercial han hecho que sus productos sean menos competitivos y el sector del automóvil acusa fuertemente la competencia de los autos eléctricos chinos.