Seat ha sido una de las primeras automovilísticas europeas en reaccionar tras la aprobación por parte de la Comisión Europea de la aplicación de aranceles de hasta un 35% a los coches eléctricos fabricados en China. El fabricante español ha mostrado “firmemente” su rechazo a la decisión, que considera “difícil de comprender”. Ha añadido, además, que tendrá “importantes” consecuencias en el sector.