La Unión Europea se encuentra en una situación límite: La llegada de coches eléctricos procedentes de China, con una relación precio/prestaciones mucho más ventajosa que la de los vehículos homólogos europeos, ha puesto a Europa en una encrucijada: Cuanta mayor sea la tasa de penetración del automóvil eléctrico, mayor será la pérdida de la automoción europea. Actualmente el sistema de aranceles está diseñado para compensar a los fabricantes chinos, y Francia está intentando que esto cambia a la mejor velocidad, ya que tiene mucho más que perder que Alemania, beneficada porque su producto premium todavía se vende mucho mejor en aquel país. ¿quién impondrá su criterio?