El anuncio de la posible implantación de una gigafactoría de Tesla en la provincia de Valencia, un rumor o filtración supuestamente filtrada de un acuerdo confidencial, ha generado una reacción en cadena cuyas consecuencias ahora mismo son impredecibles. En Valencia, con la fábrica de Almussafes puesta en entredicho por el fabricante (el cese de la Transit), la llegada de la factoría de baterías de Volkswagen, y ahora la supuesta implantación de Tesla se cruzan dedos para que el proceso acabe llegando a buen puerto; pero "levantada la liebre", otros países se están apresurando a seducir a Elon Musk para intentar que la fábrica se acabe construyendo en sus países: ¿Quién ganará la subasta a pecho descubierto?
