La segunda ola de coronavirus y la globalización de la automoción vuelven a golpear a la industria del automóvil española. El cierre de los concesionarios de automóviles en Alemania amenaza con provocar importantes recortes en las fábricas de coches de España, que exportan al mercado alemán alrededor del 20% de los vehículos que producen.
A diferencia de lo que sucedió en la desescalada en Alemania, esta vez los concesionarios no se librarán de las nuevas restricciones acordadas por la cancillera Angela Merkel y los presidentes de los Estados alemanes. Únicamente los talleres de reparación de vehículos podrán abrir sus puertas a partir del miércoles, cuando entran en vigor los nuevos cierres para frenar el crecimiento de los contagios de covid.
Las nuevas restricciones afectan incluso a una de las tradiciones más señaladas de las Navidades en Alemania y el centro de Europa debido a la prohibición de que los puestos callejeros puedan vender el popular vino caliente (Glühwin y Punsch). Solo podrán abrir los comercios dedicados a actividades esenciales, que incluyen los talleres mecánicos, la alimentación, farmacias, material médico y sanitario, estaciones de servicio y bancos, entre otros establecimientos. Los nuevos cierres se mantendrán hasta el día 10 de enero.
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