Volkswagen Navarra ha informado que, durante la parada del mes de julio, completó 208 trabajos en sus instalaciones, con una inversión de 28,9 millones de euros, que forma parte del conjunto de inversiones previsto para preparar la planta de cara a la producción del nuevo Polo A07 el próximo año y un segundo modelo en 2018. Según informan, el 80% de las labores realizadas en julio obedecen directamente al futuro lanzamiento del sucesor del Polo A05.
Este periodo de obras, desarrollado durante la parada de producción y las consiguientes vacaciones de gran parte de la plantilla, sirvió para ejecutar actuaciones en todos los talleres. Así, se desarrollaron 15 trabajos en Prensas, 24 en Chapistería, 21 en Pintura y 90 en Montaje, Motores y Revisión Final. Además, se completaron 23 labores de Infraestructura, 29 de Tecnologías de la Información y 6 de Calidad. Para realizar estas actuaciones durante la parada programada del mes de julio, cada día trabajaron, de media, unos 250 empleados de Volkswagen Navarra y unos 1.200 trabajadores de empresas externas, logrando finalizar todos los trabajos previstos antes de retomar la fabricación el 1 de agosto.
En Prensas, el trabajo más relevante fue la renovación de la instalación de carga automática de la prensa GT2, mientras que en Chapistería se realizaron, entre otros, los trabajos para adaptar la técnica de transporte al Polo A07, para completar la zona de instalación del mascarón (el conjunto formado por el autobastidor, los laterales y el techo del vehículo) y para integrar las engrapadoras de elementos móviles del nuevo Polo. Por su parte, en Pintura, la parada de julio fue empleada, entre otras actuaciones, para sustituir cuatro incineradores de los hornos de secado, integrar nuevos robots de aplicación de PVC en los bajos de las carrocerías e incorporar un agregado que permitirá aplicar cera de protección en los tubulares del nuevo Polo.
En cuanto a las principales actuaciones en el taller de Montaje fueron la instalación del Fahrwerk del Polo A07 (la máquina con la que se unen la carrocería y el conjunto motopropulsor del coche) y su unión con la línea actual, así como el montaje de la nueva transferencia aérea-suelo, mediante la que el vehículo pasa, tras la colocación de las ruedas, a encarar la última parte del montaje en el suelo, sobre una cinta transportadora.
En Motores, entre otros trabajos, se renovaron las salas de descanso, los vestuarios y los aseos del taller, y se modificaron diferentes instalaciones para adaptarlas al nuevo modelo, siendo las más significativas aquellas que realizan diversos aprietes, como la instalación de fijación del motor a la caja de cambios, la de apriete del eje anterior y la que fija el subchasis del vehículo. Por su parte, en Revisión Final se trasladó la pista de pruebas, se completó la adecuación de la prueba de lluvia y se adaptó el transportador de protecciones de exteriores a las dimensiones del nuevo Polo.