La dirección de Seat ha confirmado por fin un secreto a voces con dos caras de la moneda. La planta de Martorell asumirá a partir del 2018 la producción del utilitario Audi A1 pero perderá la del exitoso Q3, que se trasladará a Hungría.
La compañía ha presentado la adjudicación del A1, que hasta ahora se producía en la planta del grupo Volkswagen en Bruselas, como una noticia positiva para Martorell porque supondrá un aumento de volumen que permitirá aumentar la plantilla. Sin embargo, el presidente del comité, Matías Carnero, ha advertido de que la fábrica saldrá perdiendo con el trueque del A1 por el Q3 porque el utilitario requiere menos horas de trabajo y por tanto menos plantilla que el todocamino.
Por ello, la ganadora en el cambio es, para el comité, la planta húngara de Gyor, en la que ahora se ensamblan algunas versiones del Audi A3, S3 y TT.
MÁS SINERGIAS
La cúpula de Volkswagen ha justificado la decisión para potenciar las sinergias y "fusionar competencias adicionales" en el grupo, según ha destacado el responsable de producción de Audi, Hubert Waltl, en un comunicado de Seat enviado el día después de una conferencia del presidente, Luca de Meo, sin ninguna referencia al cambio de modelos. En cambio, el presidente del comité, Matías Carnero, sí había avanzado que la decisión ya se había tomado y que solo faltaba la comunicación de la misma.
De Meo ha asegurado que la producción del A1 "es una magnífica noticia" que aportará a Martorell y Seat "más volumen y más ingresos en los próximos años”.
En la misma línea, el nuevo 'conseller' de Empresa, Jordi Baiget, ha elogiado la adjudicación del A1 dentro del plan de 3.300 millones de inversión hasta el 2019, que considera "una muestra de la confianza en Martorell y en la situación económica del país". Pero el 'conseller' no dice ni una palabra sorbe los riesgos que tiene la pérdida del Q3 después de haber sido informado de ellos por el comité.