el PERIÓDICO de catalunya
MARTES, 21 DE JULIO DEL 2015
«Estoy dispuesto a apostar a que dentro de 20 años solo se podrán comprar coches eléctricos impulsados por baterías. Creo que las cosas se van a mover rápidamente. Los coches con motores de combustión interna son complicados, anticuados, obsoletos y contaminantes. En cambio, los vehículos eléctricos son el futuro y las empresas que se mueven más rápido son las que van a dominar el mercado». La apuesta y el diagnóstico demoledor corresponden a sirRichard Branson, el revolucionario emprendedor británico. Aunque no concretó qué apuesta, Branson se juega con la electromovilidad una importante inversión en un equipo de la fórmula E que rivaliza con la fórmula 1 con monoplazas eléctricos y su proyecto de fabricar coches propulsados con baterías emulando la compañía Tesla del emprendedor estadounidense Elon Musk.
Branson va más allá que cualquier estudio o prospección realizada hasta ahora, aunque apunta en la misma dirección de una de las grandes tendencias de evolución de la industria de automoción. Los fabricantes de automóviles y componentes se preparan con más rapidez de lo previsto hace unos años para el cambio de tecnologías depropulsión, los smartcars hiperconectados, los vehículos deconducción autónoma y hechos de nuevos materiales más ligeros.
En el 2035, los motores de gasolina y diésel habrán perdido su hegemonía, aunque todavía se venderán algo más de 20 millones de unidades de coches con motores de combustión interna, según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía. Otros estudios apuntan una tendencia similar con una mezcla de tecnologías que incluirán muchos más híbridos que ahora y una cifra respetable de eléctricos pero todavía emergente, igual que los vehículos propulsados con hidrógeno.
EVOLUCIÓN ACELERADA
La noticia de las predicciones del fundador de Virgin fue reenviada en las redes sociales por la Federación Internacional de Ingenieros y Técnicos de Automoción (Fisita), los verdaderos artífices de la revolución en ciernes en las fábricas de coches y componentes. «Desde el punto de vista de las fábricas de ensamblaje, los coches de hidrógeno son más complejos que los eléctricos, aunque el principal cambio que ya estamos viviendo se da en la electrónica y la conexión de los vehículos», explica Francesc González Balmas, presidente de la Sociedad de Técnicos de Automoción (STA).